Estas Navidades hemos comenzado una nueva tradición. A diferencia de los años pasados que todo el mes de diciembre teníamos un calendario de Adviento lleno de actividades, este año vino a la casa un duende...
Cuenta la vieja leyenda que Santa envía un duende a la casa de cada niño. El duende vuelve al polo norte todas las noches para informar a Santa de su niño. Y cada mañana el duende vuelve a la casa y se esconde en un lugar diferente. El duende solo se mueve cuando nadie lo está viendo y la regla clave para que vuelva cada mañana es que nadie lo puede tocar.
Apenas llego a la casa le pusimos nombre y tal parece que este duende tiene cara de Fred.
Es así como cada mañana de este mes levantarse por la mañana comenzaba con la aventura de buscar al duende.
Mañana es la última mañana que vendrá a la casa y no vuelve hasta el próximo año...
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